(¡No, no a Ingrid, la canción, negro mugriento!)
dooley wilson as time goes by
Estamos escuchando:
"As time goes by" (según pasan los pirulos)
de la película Casa Blanca,
una producción de G.W.Bush y varios amigotes
y dedicado con mucho cariño y amor a la comunidad islámica toda,
o lo que queda de ella.
Mientras suenan los acordes, y escuchamos la acaramelada voz de ese oscuro simpaticón, les comento el motivo de esta producción, donde encontramos 4 fotos de mi persona en persona, o sea yo mismo, en distintas etapas de mi propia vida (que es mía y no la presto).
El tema viene así (no el tema que están escuchando, el tema que voy a tocar... ¡el tema que van a leer escrito por mi a continuación, canejo! ¿Por qué siempre me la complican?). Un día me encontré por la calle a Pablo Milanés, o escuché un disco, no me acuerdo bien (ni me importa), y me dijo (o cantó) la siguiente frase: "El tiempo pasa, y nos vemos poniendo a viejas"... No, no era así... "El tiempo puso, nos vamos pegando un viaje"... Uy, pucha, me olvidé como venía... "El tipo pasó, no bien puse la verja"... No, nada que ver, esperenme un cacho que me acuerde...
(un Cacho)
Ya sé como era, claro, jajaja. Era así: "El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos". Yo le dije, no sé si a él mismo o a la foto del CD, que más que viejos nos vamos poniendo verdes, pero después me dí cuenta que mientras más maduro sos menos verde te ponés. Tal vez faltaría averiguar si con el tiempo madurás o te convertís en un viejo verde, nomás. Por las dudas no pienso utilizar mi caso como ejemplo.
Pero todo esto venía (¿venía o lo traje? No importa...) porque quería demostrarles que este tal Milanés tenía la verdad; la verdad de la milanesa, que de ahí toma el nombre, me imagino. Uds. pueden corroborar con sus propios ojos (traten de que sean los propios, y no ajenos) lo cruel, malvado, perverso y corrosivo que puede ser el inevitable paso del tiempo, disfrazado en segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años, lustros, décadas, siglos, milenios y más no sé contar (además no pienso vivir tonto, digo tanto).
Para que no pregunten, ya les anticipo:
1ra foto: 8 inocentes años. Todo por delante (nada por detrás, porque era un angelito)
2da foto: 16 inquietantes años. En medio del crecimiento (que no fue mucho, maldita sea)
3ra foto: 19 prósperos años. Proyectando el futuro (que no fue mucho, maldita sea)
4ta foto: 24 patéticos años. Al borde del abismo (todo para atrás, maldita sea)
Pero, aunque pocos lo crean probable, no me he resignado a caer en las abominables grietas del infierno, donde he de pagar todos los pescados que me comido, o los pecados que he cometido, una de dos. Así que aquí me ven, vivito y culian... vivito y coleando, dispuesto a brindarles más de mis disparatadas ocurrencias que parecen no tener fin.
Fin.